NO TE OLVIDES DE LO PRINCIPAL

No te olvides de lo principal Texto base: Deuteronomio 8:11 "Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy." (RVR1960) Introducción – Una advertencia necesaria Imagina a alguien que hereda una fortuna, una gran casa, y todo lo que necesita para vivir cómodamente, pero con el paso del tiempo olvida quién le dio todo eso. Deja de hablarle, lo saca de su vida, y vive como si él mismo se hubiera ganado todo. Eso fue lo que le pasó a Israel. Dios les sacó de Egipto, les dio libertad, pan del cielo, agua de la roca, victoria sobre enemigos… pero una vez en la tierra prometida, corrieron el riesgo de olvidarse de lo principal: Dios mismo. Y en nuestros días, también corremos el mismo riesgo: olvidar lo principal en medio de lo urgente, lo religioso, o lo cómodo. Y lo principal, hermanos y amigos, es Jesús. ✝️ I. Lo principal no son los rituales: es una relación con Dios �� Deuteronomio 8:11 – Exégesis breve Este versículo es parte de un discurso de Moisés antes de que Israel entre a la tierra prometida. Les recuerda que la prosperidad futura puede nublar la memoria del pasado. La palabra clave es: “cuídate”, que implica una vigilancia intencional. El peligro no es solo dejar de hacer cosas, sino olvidarse del corazón del asunto: Dios mismo. �� Aplicación Hoy, en medio de una semana santa llena de actividades religiosas, procesiones, cultos y símbolos, el peligro es el mismo: quedarnos con lo externo y olvidar al que dio su vida en la cruz. �� Miqueas 6:6-8: Dios no quiere sacrificios vacíos, sino justicia, misericordia y humildad. �� II. Lo principal es amar a Dios por sobre todas las cosas �� Mateo 22:37 (RVR1960): "Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente." Este versículo surge cuando los fariseos intentaron atrapar a Jesús con preguntas teológicas. Y su respuesta fue clara: lo más importante es amar a Dios por completo. Esto no es solo una emoción, es una decisión diaria: poner a Dios en el centro de todo. Porque cuando Jesús no es lo primero, todo lo demás pierde sentido. �� Esta verdad se conecta con Deuteronomio 8:11: olvidar a Dios es dejar de amarlo como prioridad. �� 1 Corintios 13:2: “…si no tengo amor, nada soy.” �� III. Lo principal no es la tradición: es la cruz de Cristo �� Juan 3:16 – El corazón del evangelio “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…” Jueves Santo es el día en que recordamos la última cena de Jesús, el lavamiento de pies, y su oración en Getsemaní. Jesús sabía que la cruz era inminente, pero nunca perdió de vista lo principal: salvarnos. �� 1 Corintios 15:3-4: “Cristo murió por nuestros pecados… fue sepultado… y resucitó…” Este es el centro del evangelio. Jesús no vino a darnos una religión, sino una salvación. Y esta salvación es un regalo, no una recompensa. �� Efesios 2:8-9: “Por gracia sois salvos… no por obras…” ��️ Ilustración: La leyenda del campanero de la catedral Se cuenta que en una gran catedral antigua, un joven fue entrenado para tocar las campanas. Cada Jueves Santo, a la misma hora, se tocaban las campanas recordando la última cena del Señor. Años después, el joven ya anciano fue hallado una noche frente a las campanas, llorando. Cuando le preguntaron por qué lloraba, dijo: “Tocamos las campanas cada año… pero olvidamos para quién las tocamos.” ¡Qué advertencia tan fuerte! Podemos vivir rodeados de símbolos cristianos, pero perder de vista a Cristo mismo. �� IV. Lo principal no es lo que haces por Dios: es lo que Él hizo por ti �� Romanos 5:8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” El mensaje del evangelio no es: “cambia para que Dios te ame”, sino: “Dios te amó tanto que entregó a su Hijo para salvarte”. Jesús tomó tu lugar en la cruz. Pagó tu deuda. Llevó tu culpa. Eso es lo principal. �� V. Llamado evangelístico – No te olvides de lo principal Jesús Hoy, en este Jueves Santo, Dios te llama a volver al centro, a recordar que Jesús es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). No te salves solo de una vida vacía. Déjate salvar del pecado y de la condenación eterna. �� Invitación final Amigo, no te vayas hoy sin reenfocarte en lo esencial. Si ya eres creyente, vuelve a tu primer amor. Y si nunca has entregado tu vida a Jesús, hoy es el día. Él no quiere religión, quiere tu corazón. �� Hebreos 2:1 (NTV): "Por eso debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos oído, no sea que nos desviemos de ellas."